Ecología urbana, eco-urbanismo e infraestructura verde
Necesitamos formas diferentes a las dominantes de entender, hacer y planificar nuestras ciudades y sus periferias. Formas basadas en aproximaciones sistémicas e integrales, que permitan identificar y comprender las múltiples relaciones entre los componentes ecológicos, sociales, económicos y culturales, a diferentes escalas espaciales y temporales.
En este sentido, los marcos referenciales ofrecidos por las disciplinas (para algunos) o movimientos (para otros) tales como la ecología urbana, el eco-urbanismo e infraestructura verde, permiten contar con ideas y herramientas para el estudio y transformación de nuestros paisajes-regiones urbanas.
La ecología urbana ha sido clásicamente definida como el estudio ecológico en ambientes urbanos, enfocada en la flora y fauna urbana, y diferentes tipos de flujos y procesos ecosistémicos. Sin embargo, recientemente ha ido ganando cada vez más adeptos la incorporación de problemas y objetos sociales como temas de interés para la ecología urbana, lo que ha tenido como resultado una mayor amplitud y diversidad en la comprensión de sistemas urbanos y sub-urbanos complejos.
Por su parte el eco-urbanismo o urbanismo ecológico platea un cambio en el proyecto urbano que guía el desarrollo de nuestras ciudades y regiones, hacia el terreno intrínsecamente conflictivo entre el urbanismo y la ecología. Los avances más significativos en este campo se han realizado sobre todo en los campos de la construcción e ingeniería energéticamente eficiente (por ejemplo: certificación LEED), pero solo recientemente se ha reconocido la importancia de ampliar la escala espacial y temporal de este enfoque, pasando de los objetos arquitectónicos a territorios comunes, y de lo cotidiano a proyectos ciudad en el largo plazo.
El concepto de Infraestructura Verde, usado solo en las últimas dos decadas en ambientes urbanos y peri-urbanos, surge como una aproximación que pretende compatibilizar el crecimiento urbano con la protección del medio ambiente, haciendo énfasis en los servicios ecológicos y sociales que prestan los espacios verdes en y a las ciudades, tales como, regular las temperaturas, albergar especies nativas, servir como efectivos corredores de vientos, purificar el aire, disminuir los ruidos, proveer rutas alternativas de transporte, ofrecer efectivos espacios para correr, caminar o desplazarse en bicicleta, proporcionar espacios para la recreación, el ocio y el contacto con la naturaleza, mejorar la calidad visual del paisaje y disminuir las amenazas naturales a infraestructura y personas.
Otro rasgo innovador en el concepto de Infraestructura Verde, es la responsabilidad intrínseca y rol social activo que plantea, no solo en la protección de espacios verdes, sino que también en su planificación, desarrollo y mantención. Este compromiso debería ser tanto o más que el que se tiene con el desarrollo de Infraestructura Gris (carreteras, alcantarillas, diques, etc.).
Algunos de los espacios verdes que requieren especial atención son humedales, ríos, bosques y corredores ribereños, ya que son componentes estructurales claves en los paisajes urbanos y eslabones críticos en los procesos ecológicos que se desarrollan en las ciudades. Un adecuado reconocimiento, valoración y consideración de estos espacios en el diseño urbano, podría contribuir a asegurar la integridad del ecosistema urbano y por lo tanto de la salud ambiental de las ciudades a largo plazo.
Alexis E. Vásquez