Figura 1: Conceptualizaciones en torno al término Corredores Verdes
La corriente de Greenways, o para nosotros Corredores Verdes, ha estado presente en la planificación urbana de países Norteamericanos principalmente desde la década de 1980 (Fabos, 1995).Con el paso del tiempo esta corriente fue adquiriendo popularidad, lo que contribuyó al desarrollo de un movimiento internacional que puso en escena una nueva forma de concebir el espacio para los planificadores urbanos, donde era posible pensar, diseñar, construir y habitar una ciudad, equilibrando aspectos medio ambientales y socioculturales, sin obviar el avance del proceso de urbanización.
Algunos autores como Little (1990), Ahern (1995), Searns (1995), Fabos (1995), AEVV (2000), Helmuth y Smith (2006), Yu et al. (2006),Imam (2006), nos entregan definiciones y/o aproximaciones hacia una conceptualización de “corredores verdes”, que provienen de distintas disciplinas, contextos culturales, estadios de urbanización de las ciudades, entre otras variables. Éstas, si bien nos permiten comprender los motivos por los que se han empleado diversas terminologías, también nos enfrentan a grandes problemas a la hora de impulsar procesos de intercambio o transfencia de conocimiento en el estudio, desarrollo o implementación de corredores verdes, la marea conceptual y de términos es inmensa.
Bien lo sabían Hellmuth y Smith (2006), al presentar en su libro “Designing Greenways” aproximadamente 30 sinónimos o términos asociados a la idea de corredores verdes (Figura 2), cada uno con distintos objetivos o características distintas, aunque muy ligados a dos conceptos claves: (1) linealidad y (2) designación oficial.
Si bien estas diferencias puedes ser lógicas desde el punto de vista lingüístico o idiomático, es necesario reconocer que la diversidad de términos y la forma en que éstos se entienden y aplican a la hora de generar conocimiento científico con respecto a los corredores verdes, ha sido una barrera importante para el diálogo, implementación y difusión no sólo de las investigaciones asociadas sino también a proyectos concretos. Lo anterior debe ser entendido como un desafío a enfrentar mediante el desarrollo de propuestas conceptuales más idónea para abordar el tema en países latinoamericanos, donde la investigación y elaboración teórico-conceptual al respecto es especialmente escaza (Frischenbruder y Pellegrinoet al. (2006); Pavéz (2008); Vásquez y Weiland (2011), Iturriaga et al. (2012)).
En gran parte la literatura asociada al tema, los autores conciben un corredor verde como un “corredor lineal diseñado para conectar espacios verdes dentro de la ciudad, y a su vez, cumplir funciones asociadas a la mantención de la biodiversidad, protección del medio ambiente, promoción de la recreación y valoración de la historia y la cultura local (Little (1990); Ahern (1995); Pellegrinoet al.(2006); Ryanet al. (2006)). Sin embargo, en casos particulares las definiciones, formas de evolución y funcionalidad propuesta, no se ajusta a la realidad, por lo que los corredores verdes se definen con otra terminología, se asocian a otros componentes del paisaje y tienen otros propósitos.
Figura 2: Algunas designaciones de Corredores Verdes, según Hellmuth & Smith (2006)
Un caso concreto es el que postula Yu et al. (2006), en donde se contrapone al modelo evolutivo de estructuras lineales propuesto por Searns (1995)[1], señalando que en las ciudades Chinas los corredores verdes han evolucionado de otra forma, la cual ha estado eminentemente asociada a la vocación agrícola de ese país y la necesidad de proteger terrenos agrícolas frente a los vientos, lo cual platea una tipología distinta a la reconocida en países occidentales, y especialmente anglosajones.
A nivel nacional, la situación no es distinta, existe una variedad de términos usados por consultores, académicos y funcionarios públicos para referirse a la idea de corredor verde: parque lineal, corredor fluvial, vía verde, corredor ecológico y eje verde son algunos de ellos.
Por otra parte, si bien se han desarrollado iniciativas/proyectos concretos asociadas a corredores verdes, tales como el proyecto Mapocho 42K, Map8 Pedaleable, Parque Fluvial Renato Poblete, Parque La Aguada entre otros;(1) estos cumplirían sólo con algunas de las características y funciones descritas en la literatura respecto a los corredores verdes de tercera generación y (2) tampoco se ha logrado elaborar aún una conceptualización clara que permita definir lo que se entiende a nivel nacional por “corredor verde”, y que facilite el uso e implementación de dicho concepto en la planificación de nuestras ciudades.
¿Qué términos son los usados a nivel nacional para referirse a la noción de corredor verde? ¿De qué manera se relacionan éstos? ¿Cómo ha evolucionado en Chile el concepto de corredor verdes y tipos de proyectos asociados ¿Cómo la diversidad de conceptos y términos se convierten en una barrera para la dispersión del concepto de corredor verde, su discusión y elaboración de proyectos concretos?Para estas y otras interrogantes se requieren respuestas urgentemente.
El Proyecto Fondecyt N°1130311, pionero en Chile en este aspecto, busca entre otras cosas evaluar la pertinencia a nivel nacional de las definiciones usadas por la corriente de corredores verdes, así como también de las tipologías y procesos evolutivos propuestos por ésta, con el fin de contrastarlos con los discursos e iniciativas existentes en el país, y de esta manera mejorar el conocimiento en la materia, abrir debate, generar discusión, proponer definiciones, tipologías y adecuaciones para nuestra realidad con el fin de contribuir a generar un espacio conceptual marco para la intervención activa en la gestión y planificación urbana a nivel nacional.
Angie Almendras Varela y Alexis Vásquez
Departamento de Geografía
Universidad de Chile
Bibliografía:
- AEVV (2000). European Greenway Good Practice Guide. EuropeanGreenwaysAssociation.
- Ahern, J. (1995). Greenways as a planning strategy. Landscape and Urban Planning N° 33 (P. 131-155)
- Fabos, J. (1995). Introduction and overview: the greenway movement, uses and potential of greenways. Landscape and UrbanPlanning N° 33 (P. 1-13)
- Frischenbruder, M. y Pellegrino, P. (2006). Using Greenways to reclaim nature in Brazilian cities. Landscape and UrbanPlanning N° 76 (P. 67-78)
- Hellmuth y Smith (2006). Designing Greenways: Sustainable Landscapes for nature and people. 2nd Ed. Island Press.
- Imam, K.Z.E. (2006). Role of urban greenway sistems in planning residential communities: a case study from Egypt. Landscape and Urban Planning N°76 (192-209)
- Iturriaga, S., Seisdedos, S. y Molina, J. (2012) Sistema integrado de vías verdes en los cursos de agua metropolitanos. En: Propuestas para Chile, Concurso de Políticas Públicas 2012. Pontificia Universidad Católica de Chile.
- Little, C. (1990). Greenways for América. The John Hopkins University Press, Baltimore/ London (237 páginas).
- Ministerio Secretaría General de la Presidencia (2010). Decreto 66 “Plan de Prevención y Descontaminación de Santiago”.
- Pavéz, M. (2008). El corredor fluvial del Mapocho como recurso multifacético de Santiago: Avances y retrocesos en las concepciones y acciones de un siglo. Revista de Urbanismo N°18.
- Pellegrino, P., Guedes, P., Pirilo, F. y Fernandes, S. (2006). A paisagem da borda: Umaestratégia para a conducao das águas da biodiversidade e das pessoas. En: Ríos e paisagens urbanas em ciudades brasileiras. Ed. PROURB (192 páginas).
- Ryan et al. (2006). Understanding opportunities and challenges for collaborative greenway planning in New England. Landscape and UrbanPlanning N° 76 (172-191)
- Searns, R. (1995). The evolution of greenways as an adaptive urban landscape form. Landscape and UrbanPlanning N° 33 (P. 65-80)
- Vásquez, A. E., Weiland, U. (2011). Potential of Urban Riparian Green and Open Spaces in Adapting Cities to Climate Change: Multi-functional Greenways Opportunities in Santiago de Chile?. In the proceeding of the “2nd World Congress on Cities and Adaptation on Climate Change”, Bonn, Germany.
- Yu et al. (2006). The evolution of Greenways in China. Landscape and Urban Planning N° 76 (P. 223-239)